Ya lo dice el refrán: por “San Mateo, la vendimia arreo”. Sin embargo, para que nuestras tierras lleguen a ese 21 de septiembre (hoy en día suele llegar incluso antes) en las condiciones óptimas para que los viñedos nos den sus mejores frutos, es necesario trabajar previamente la tierra.
Este cambio no sólo implica un nombre diferente, sino una imagen completamente renovada de nuestra empresa. Más innovadora, más abierta a nuevos mercados, pero siempre con la misma filosofía e ilusión: dar un servicio personalizado y de calidad a todos nuestros clientes.
El campo no entiende de fechas en el calendario, pero es necesario adelantarse a sus necesidades para reducir el máximo número de imprevistos y lograr nuestros objetivos: obtener los resultados esperados de nuestra vid.